Respetar el cuerpo físico y energético
Algo que descubrí en mi investigación de la sensualidad fue que el cuerpo físico no termina a donde empieza la piel, sino que se extiende más allá irradiando calor a nuestro alrededor. Con nuestro compañer@ sexual, debemos tener en cuenta esto si queremos mantener la atracción entre l@s dos. El deseo sexual se funda en esta atracción que se manifiesta como una fuerza magnética que promete placer en la unión con la otra persona. Mi experiencia con mi compañero era que si estábamos todo el tiempo “pegados” uno con el otro esta atracción se iba perdiendo. Por eso a veces, mantener alguna distancia aumenta esta atracción incrementando así la carga de excitación con respecto a nuestro compañer@. Pero esto no es todo. Este campo energético que nos rodea también puede ser invadido, o por el contrario, puede ser fuente de placer.
Seguramente lo habrán experimentado más de una vez que cuando una persona se les acerca en la calle para preguntarnos algo, enseguida percibimos su presencia como amigable o como posible agresor. O alguien pasó por atrás nuestro, y los pelos de la nuca se erizan cuando ni siquiera nos han tocado.
En las relaciones sexuales pasa lo mismo, entonces cuando toco al otro llego a su cuerpo antes de llegar a su piel. ¿Nunca te pasó que te sentiste invadid@ en un momento en el que no estabas preparad@ para ser tocado? O al revés, que sentiste que tu pareja se retrajo ante tu contacto?
Debido a que la sensación de placer o de dolor se extiende más allá de nuestra piel, es importante cuidar tanto el cuerpo energético de nuestro compañer@ como el nuestro propio, ya que este magnetismo o como quieras llamarle es parte del campo que cada uno tiene de autoafirmación, y es donde se apoya la sensación de seguridad y confianza con respecto a nosotros mismos y con nuestro compañer@ sexual.
Prueba acariciando su “aura” (o campo energético) antes de llegar a tocarl@ y pregunta a tu pareja si siente la diferencia. Ah! Y no te olvides de respirar dejando que el aire entre y salga con fluidez mientras lo haces. Te sorprenderás en descubrir un nuevo terreno para disfrutar de la sexualidad!
Ejercicio:
Coloca tus manos a 10 cm. (aprox.) de tu cuerpo o del de tu pareja. Con la mano relajada comienza a recorrer el borde de este espacio como si estuvieras acariciando una capa de aire que recubre tu/su cuerpo. Procura mantener la respiración fluida e imagina una sonrisa interior. Ahora déjate llevar y entrégate al disfrute!
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